Tribuna de un Quixote

Últimamente al parecer me estoy volviendo insufrible por mi constante petición de que se me definan las palabras. Le pido a todos, políticos y personas con las que debato, y es por una cuestión de orden, saber qué significan las palabras que usan o al menos me digan qué significan para ellos, pues de ese modo sabré si puedo estar con ellos o contra ellos, es decir conocer por donde tirar entendiendo las señales, pero no, juegan a la indefinición, a la equidistancia calculada y a la retórica…todo para confundirnos. ¿Cómo podría explicarme mejor y claro? pues con una historia verdadera que me pasó a mí a modo de ejemplo de lo que digo, vamos a ello: Por aquellos años principio de los 80 del pasado siglo, yo tenía una representación sindical del sindicato UGT, y en mi obligación del momento estuvo la de estar de guardia en el comité por si había alguna circunstancia dado que la factoría trabajaba a tres turnos y podría suceder alguna contingencia que precisara asisten

En esta encrucijada política en la que nos encontramos los españoles, se cumple la maldición “Que tengas tiempos interesantes”. Estoy en estado permanente de expectación, no me voy a dejar manipular una vez más, pero quiero dejar por escrito algunas cosas para efecto de inventario. Desconozco como se va a desarrollar la política nacional (entiéndase como nacional España, que es la única nación que existe). Al golpe de estado promovido por los separatistas catalanes, un golpe lento y hasta ahora incruento en lo físico pero no así en lo económico, algunos (en mi opinión totalmente equivocados, entiéndase PSOE), proponen la solución federalista. De la solución (al menos lo que sé hasta ahora) de Podemos, es tan equidistante que no merece ser tenida en cuenta. Las otras, las constitucionalistas autonómicas, merecen una reflexión profunda sin complejos. Veamos la solución federalista: Nos repiten constantemente esa palabra “federalismo”, pero nadie explica