España, mi nación.
La política nacional me da una pereza enorme, por lo previsible, más un hartazgo de la contumacia en el error de los españoles, a los que incluyo a vascongados y catalanes; los gallegos los tengo por españolísimos, en mi justificación presento el argumento de que a todos los españoles en América nos dicen “los gallegos” aunque seamos andaluces, extremeños, o de otro sitio. La izquierda comunista ha fagocitado el republicanismo, lo que es letal ya, para la república. Se está intentando equiparar la debacle del PP y del PSOE con una debacle del sistema de organización del estado, es decir de la monarquía parlamentaria. Lo que es una falacia enorme por parte de los republicanos comunistas. Aquí no ha fallado la monarquía parlamentaria (aunque esta constitución es manifiestamente mejorable y se debe afrontar la mejora de ella, sistema de votación, representación territorial y muchas otras cosas más). Parece que un aspecto rechazado es la representación parlamentari...