Corrupción moral





Creé este blog como atalaya ciudadana contra  la corrupción y la mala praxis política. La corrupción que tenía en mente era la del político o funcionario que se deja comprar y las malas praxis políticas, pero el devenir del tiempo me ha mostrado que padecemos una corrupción más grave aún: “La corrupción moral”

Esta corrupción moral, aporta a la sociedad el substrato, los aportes alimenticios precisos para que crezca y se desarrolle  el fruto del mal absoluto.
Algunos se infiltran en ciertas ideologías, a las que hacen portadoras al ciento por ciento de este substrato, y los aportan generosamente a la sociedad por medio de los vertidos de odio y maledicencias todos los días y por todos los medios, eso sí, se esconden detrás de principios humanos, de una moral intachable, pero no la practican, son solo artificio verbal para engañar a los incautos, pero en cuento abren la boca, la pestilencia de su aliento les delata, a éstos infiltrados en la izquierda, los llamo “Izmierda” como definición de las sustancias que portan.
Un ejemplo palmario lo encontraremos estos días por medio del asunto “Ébola” y del traslado del médico contagiado del mismo, que atendía a los necesitados en África desde el año 1960 el sacerdote Pajares.
Utilizando las redes sociales como medio de crispación masivo, tratan de emponzoñar y agrandar el miedo de la población, para crear un estado de pánico que a su parecer les favorecería a ellos.
Cierta “Izmierda” se apresta a sacar partido de una situación de caos y miedo, sienten que esas situaciones les son propicias siempre.
El miedo es transversal, y siempre saca de nuestro interior lo peor del ser humano.
Lo que se precisa es aplicar dosis masivas de generosidad y amor por el prójimo, tratando a los demás como desearías que a ti te trataran.


Me viene a la memoria un verso de Pablo, Romanos 1,29,30,31 que muy bien se le podría aplicar a estos corruptos morales:

29 Están llenos de toda clase de injusticia, iniquidad, ambición y maldad; colmados de envidia, crímenes, peleas, engaños, depravación, difamaciones.

30 Son detractores, enemigos de Dios, insolentes, arrogantes, vanidosos, hábiles para el mal, rebeldes con sus padres,

31 insensatos, desleales, insensibles, despiadados.
He estado tentado de reproducir algunos “tuit” de muestra, he desistido de ello por no darles publicidad a su miserable existencia, pero no he podido dejar de manifestar mi opinión al respecto.
Fiel al sentido de la frase: “Para que el mal triunfe, solo hace falta que el bien no haga nada” manifiesto mi posición.

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