Un pensamiento en voz alta (con perdón)



No sé como enfocarlo, si como una exhortación, una crítica, una propuesta, una historia con moraleja, una parábola o como un sueño.

En una nación a la que ahora la llaman país, unos gobernantes manirrotos y laxos con las corruptelas, volvieron a llevar a ese país a la bancarrota, un señor bajito con bigote y repeinado, con sus políticas de gobernanza sacó de esa bancarrota al país, este señor del bigotito fue desplazado del gobierno…

Unos gobernantes de cierto parecido a los anteriores del señor del bigote, pero de menor calidad, volvieron a llevar al país a la bancarrota, implantó leyes injustas o no equitativas, pero de gran agrado para un pequeño pero influyente looby. El pueblo le retiró de forma ostentosa su apoyo.

Esta vez fue otro gobernante el señalado para sacar al país de esa calamidad, fue propuesto por el señor del bigotito, logró mayoría absoluta, prometió “el oro y el moro” y ni dio el oro y perdió al moro, pero mantuvo y a veces incrementó las prebendas al looby minoritario y exitoso.
Hoy las encuestas (que son la nueva forma de gobernar) le dan un fracaso electoral.

Han surgido (según las encuestas) nuevas alternativas, y están a la greña entre todos por el reparto de unos escaños que solo figuran en las encuestas.

Hasta aquí, someramente la historia de este país (antes llamado nación).

¿Qué haría yo en caso de estar al timón del gobierno que va a sacar al país de la bancarrota, y a pesar de todo, va a perder el gobierno?

Es duro pensar o saberse hacedor de esa maravilla, que la ensalza hasta el “sectario” FMI y a pesar de todo el electorado le dará la espalda…

Pues lo tengo claro: ESPÍRITU DE SERVICIO.
La mayor gloria de un político es ser y comportarse como lo que se es: UN SERVIDOR PÚBLICO.
Pensar en la nación, en su futuro y en el de las personas que lo forman, sin anteponer intereses particulares ni personales. Para ello tiene que ser justo y equitativo.
Posiblemente ya no tenga tiempo ni fuerzas para ello, pero debe o debería haber corregido, desmontado, derogado o el verbo que se le tenga que aplicar a tantas barbaridades realizadas hasta ahora por los anteriores y por él mismo, con mano firme, sin miedo, pues ya no tiene futuro, es decir ya no tiene nada que perder.

Si implementa gracias a su mayoría parlamentaria, medidas justas y valientes, nadie va a poder abolirlas después sin sufrir descrédito de hemeroteca.
La hemeroteca le ha castigado hasta hoy con “todos sus incumplimientos” y otras cosas, y como defensa, todos han recurrido “al y tú más”.

Si va a perder la elecciones (…y la va a perder), hágalo con elegancia vengativa, lo mismo que al gobierno le dejaron un país en bancarrota, deje al siguiente un país con tantas normas y leyes justas y equitativas como pueda.
Que sean otros (si se atreven) a desmontarlas.

Ahora presumen los anteriores de haber puesto la seguridad social, (y nadie les desmiente, fue Girón de Velasco el que implantó esa Seguridad Social, los demás la hicieron crecer o mejoraron, pero no la implantaron).

Claro que me surge una duda: ¿Será verdad lo que dicen en las redes sociales que ambos: gobierno y oposición son las dos caras de una misma moneda?
En ese caso, de todo lo dicho, nada, lo imprimiré en galleta y me lo comeré.

A ser buenos e inteligentes, si podemos…

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