Ir por lana y volver trasquilado
En el 15M se proponía que el
programa electoral tuviese carácter de contrato http://15m.virtualpol.com/votacion/2945
Esto fue rechazado y poco o
nada debatido por el sistema partidista en el poder, por lo fiscalizador de “sus asuntos” que lo tienen por parcela particular.
Quisieron blindarse imponiendo
el “tasazo” y siguieron repartiéndose el poder judicial.
Ese blindaje solo era válido
ante la masa desasistida económicamente, no ante los poderosos, que disponen de
recursos suficientes para pleitear, ni ante los grupos de oposición que
disponen de “caja” para esos menesteres.
Ahora tienen su propia
medicina: El fiasco de la privatización sanitaria en la comunidad de Madrid es
ejemplo de ello.
Con el programa electoral
como contrato social, haría imposible la judicialización de la política.
Ganaríamos en transparencia
de intenciones y en honestidad, pues no nos encontraríamos (caso Zapatero) con
puestas en marcha de leyes que no aparecían en el programa, ni incumplimientos
clamorosos (caso Rajoy) de programas electorales, pues ambos podrían haber sido
encausados por ello.
Ahora desde determinados
sectores claman por el “efecto Gamonal” y se temen que el asunto “Sanidad de
Madrid” se extrapole a toda la vida política.
¿Qué esperaban?
Todo el mundo sabe que no se
puede acosar y acorralar a ningún animal sin tener una respuesta violenta, y el pueblo
como masa es un animal impredecible y violento.
Sigan por ese camino y habrán
pasado el Rubicón.
Lo que ocurre es que si hubiera un compromiso de cumplir el programa entraríamos en una judicialización eterna acerca de si se ha incumplido o no. El que no se cumplan los programas es un problema, pero la solución que propone el 15-m yo creo que no es la adecuada.
ResponderEliminarEn tu primer párrafo, veo que implícitamente estás de acuerdo con lo que dijo tierno Galván: “Que los programas están para incumplirse” puesto que das por sentado que los incumplirían.
EliminarNo habría controversia apenas como no la hay en un contrato civil, con artículos claros y sin letra pequeña.
Lo propuesto por 15M ni lo han considerado siquiera, pues todos han asumido la realidad de no cumplir, es lo mismo que el “prometer y prometer hasta meter”, eso lleva a que la ciudadanía considere a los políticos como una casta estafadora y no fiable, con los efectos colaterales que pueden tener esos “pensamientos” si se hacen mayoritarios…
Gracias por el aporte amigo Iván.