Mis reflexiones sobre "Corrupción y pecado"



Mis reflexiones al hilo de lo escrito por el Papa Francisco en su libro “Corrupción y pecado”, reflexiones que me llevan a reafirmar que no iba desencaminado en mis críticas. Me reconforta enormemente el constatar que coincido con una persona de la importancia de Francisco en tema tan trascendental sin beber de las mismas fuentes… ¿O si…?

“Se identifica corrupción con pecado. En realidad  no es tan así. Situación de pecado y estado de corrupción son dos realidades distintas, aunque íntimamente entrelazadas entre sí.”
No entiendo demasiado de esto, solo aplico el sentido común en la acepción vulgar: Si algo es malo, es pecado y si vives en constantes pecados, si ya forman un hábito en ti, se te pudre el alma y la corrupción de la carne siempre huele a podrido, huele mal.
Más adelante Francisco me dice lo mismo:
“No hay que confundir el pecado con corrupción”
El pecado, sobre todo reiterativo, conduce a la corrupción, pero no cuantitativamente, sino cualitativamente, por la creación de hábitos.

En nuestra sociedad hemos creado, hemos permitido, hemos hecho un hábito de múltiples pecados contra la moral y contra la sociedad por lo tanto…
Abres nuestros periódicos –incluidos los que por su auto referencia se definen como de moral religiosa y de orden- y están llenos de anuncios de prostitución, de noticias de eventos amorales o contra la moral, de noticias que dan cuenta del triunfalismo de personajes –que ya empiezan a oler mal-
Que se nos ofrecen como personas a imitar dada su triunfo social…
Es el intento constante de corromper a la sociedad, pues los corruptos que están en áreas de poder, son proselitistas y quieren realizar cosechas entre masas de pecadores para perpetuarse en su propia justificación. Están tan parapetados en la satisfacción de su autosuficiencia que no permiten ningún cuestionamiento.
Ante cualquier crítica se pone mal y descalifica a la persona o institución que la hace…
Y procura descabezar toda autoridad moral que pueda cuestionarlo.

Estos párrafos -que entre saco- hay que reconocer que están cargados de sabiduría humana como que  “… la debilidad humana, unida a la complicidad” es parte del plan.
Hay un párrafo que me impacta:
“…el peligro de desmoronamiento personal y social que entraña la corrupción, pues un estado cotidiano con el pecado nos puede conducir a la corrupción.”
El diagnóstico es certero y letal para el corrupto, todo esto lo visualicé con claridad el día en que el destino me incluyó en la crisis…
Cuando necesitado, reflexioné sobre mi mismo y sobre el entorno; me diagnostiqué acertadamente y me puse un tratamiento de choque.
Reinventándome, implementé la filosofía de austeridad  del minimalismo al mismo tiempo que realicé el esfuerzo más grande: Hacer la revolución comenzando por mi mismo primero. No está resultando fácil ni placentero muchas veces –he de reconocer-  pero es la única oportunidad que he encontrado para que no se cumpla el aserto: “…de desmoronamiento personal”.

Nos recuerda las palabras de Jesús:
“Jesús nos invita a conocer nuestro corazón, pues es la fuente de nuestras acciones…”
“Donde esté su tesoro allí estará también su corazón” (Mt 6,21)
“Conocer su “tesoro” entraña el conocer lo que le destruye y  esclaviza.”

En nada puedo estar más de acuerdo, yo, nosotros, nuestra sociedad consumista hemos “atesorado” lo que ha sido nuestra propia esclavitud…
Ver lo que reflexionaba en mi entrada “Nuestro paro es su esclavitud” 
Y el componente esclavizante de los créditos.
Ante la actitud que debemos tomar ante la corrupción, yo personalmente he decidido enfrentarme a ella con tolerancia “0”, Francisco nos dice:
“Podemos decir que el pecado se perdona; la corrupción no puede ser perdonada.”
En lo que estoy totalmente de acuerdo.
También afirma:
“El corrupto no percibe su corrupción…se lo deben decir.”
…la corrupción debe ser curada.
Yo afirmo que no  solo se lo debemos de decir, se lo deberemos  gritar, pues si lo sabe, o no quiere saberlo, deberemos castrar sus iniciativas con nuestras acciones.

El libro citado que me ha servido de reflexión es Corrupción y pecado de Jorge M. Bergoglio (Papa Francisco)
De la Biblioteca  El Mundo.

Comentarios

  1. Pasaba por aquí y he leído su artículo, y como tal vez ud. si me lea voy a compartir algunas inquietudes.
    Me atrae el tema del minimalismo. Hace un tiempo vi un reportaje sobre la obsolescencia programada y me entró la preocupación viendo cómo nos utilizan y manejan. Uno que está en edad madura con padres mayores e hijos adolescentes y compara las "necesidades" de los unos y de los otros y acaban viendo con tristeza como el mundo del marketing y la publicidad acaba generando en los jóvenes un sinfin de necesidades, a veces más importantes que las fisiológicas, cual pirámide de Maslow invertida, imposibles de satisfacer pues todos los años hay un "producto" nuevo (de nuevas tecnologías, de ropa, de calzado, vacaciones, ocio de todo tipo,....) y hacen de ellos unos esclavos que trabajan para satisfacer "necesidades creadas artificialmente" y además son unos pobres desgraciados porque sólo durante unos días tendrán el último modelo.
    Antes era la familia, el entorno social, quienes acababan conformando la escala de valores de los jóvenes, motivado y fundamentados en el sentido común y "por su bien"; hoy lamentablemente Zara, el Corte Inglés, Apple,...han ocupado ese lugar y su objetivo no es otro que el lucro económico. A lo anterior hay que sumar la demagogia de nuestros políticos con sus "campañas" y "educación para la ciudadanía" dispuestos a adoctrinar y aborregar a los jóvenes para obtener su voto.
    Este mundo juvenil de un continuo bombardeo de comunicación, me recuerda al vendeenciclopedias que aborda al cliente y habla, habla, habla, y no le deja pensar y al final consigue que acabe firmando un papel donde cuando llega a casa entiende que además de la enciclopedia ha comprado un apartamento en multipropiedad.
    Estos jóvenes que están encantados de vivir en una gran ciudad, que tiene de todo, y no comprenden como se puede vivir en un pueblo de 100 habitantes, pero resulta que ellos se pasan el día rodeados de extraños y sin tener con quien compartir un momento de charla o perder un rato hablando del tiempo o lo mal que está la vida.
    Perdone el rollo

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    1. Muchas gracias por compartir sus inquietudes con todos nosotros.
      Efectivamente creo que el minimalismo puede ser una buena herramienta para controlar la manipulación a la que nos someten.
      La demolición de la célula primordial que es la familia, que es así mismo la que aporta los valores necesarios para la pervivencia de la aldea, la demuelen y les dan unos falsos y corruptos ideales.
      En fin amigo anónimo, describe usted de forma exacta todos los males que adolecemos; me felicito por haberle encontrado amigo anónimo, es un consuelo el saber que somos muchos los que vemos el problema que más pronto que tarde tendremos que hacerle frente.
      Un cordial saludo y espero sentirle cerca en mis dos blog´s -en este y en La tribuna de Ávalon-

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