Diputados ociosos
Diputados a la carrera
Tras pulsar el botón con su voto se han
levantado rápido de sus escaños para irse de puente. Sin esperar el resultado.
Con video la noticia en portada.
Visualización de motivos
Los partidos que ocupan el congreso en el
día de hoy han dado una escena bochornosa impropia de unos representantes del
pueblo, a quién dicen representar. Han puesto de manifiesto lo que les interesa
de verdad...su propio ombligo e intereses.
No se han esperado a saber el resultado de
la votación (porque el sistema de
representación (llamado el brazo de madera) les dice que ya está sabido el
resultado...ellos votan lo que su partido les indica, y si no hay indisciplina
de voto, nada puede cambiar.
Si ellos solo obedecen las directrices de
su partido, ¿Se necesitan 350 personas para votar algo ya acordado? Que representen al partido de turno un solo
portavoz encargado de votar y que el resto de personal empleado del partido que
ejerza su supuesta labor de despacho desde los partidos a los que sirven y no
sean una carga para los presupuestos...
De ese modo podríamos seguir con la larga
lista de defectos de este sistema de democracia partidista.
El espectáculo bochornoso de
"escapada" parlamentaria (con maletas incluidas) de parlamentarios,
ha avergonzado e indignado a toda la ciudadanía, tanto como el lamentable
espectáculo de otros parlamentos lejanos en el mapa, de broncas tabernarias
durante una sesión parlamentaria.
El video que muestra el estruendo de "sus
señorías" ya ha entrado en el libro de las ignominias parlamentarias.
Horizonte
Se vislumbra un horizonte muy cercano ya, la caída de este
sistema parlamentario que ha sido "apuntillado" con esta sesión.
De manera pedagógica, la ciudadanía esta
asistiendo a lo inmarcesible que resulta la necesidad de un cambio de hacer política.
Sobran todos.
Los venideros deberán responder ante sus
electores, no a sus partidos.
Los dirigentes de partido se deberán
elegir por sus bases sin componendas.
Cada hombre un voto.
Transparencia total en toda la gestión
parlamentaria, partidista e institucional.
Y una serie de normas o reglas e incluso
leyes, que impidan que personas inmersas en casos de corrupción, puedan ser
representantes populares.
Como son incapaces de cambiar, tendremos
que cambiarlos nosotros.
De lo contrario,
seremos reos por omisión o cómplices de ellos.
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